10 may 2013

Reseña histórica de la inflación en República Dominicana. 1984-2011


El análisis visual de la serie, considerada en la gráfica 1, muestra la ocurrencia de dos episodios atípico se alta inflación; el primero ocurre durante 1os años 80’s y el segundo, menos prolongado, durante la crisis financiera de 2003. Los niveles de inflación observados en 1984, estuvieron influenciados por una serie de medidas asumidas por las autoridades desde 1983.[1] Estas medidas, incidieron en el incremento persistente de los precios de los productos básicos, algunos en proporciones superiores al 200%.[2] Estos resultados, llevaron a las autoridades a considerar políticas monetarias orientadas al control de la inflación como la unificación del mercado cambiario, el mayor control de las tasas de interés y algunas modificaciones a las legislaciones bancarias vigentes.

Desde julio de 1985 se observa un proceso de desinflación que termina con un periodo de relativa estabilidad de precios entre 1986-1987. No obstante, a partir de 1987 se registró una expansión monetaria que unida al incremento del gasto público y a los desequilibrios de la cuenta corriente fueron generando desconfianza en la moneda y presionando a la devaluación que finalmente dio al traste con nuevos incrementos de la inflación que persistieron hasta entrada la década de los 90’s.
 
 Gráfico No. 1
Inflación anualizada según mes, (1984-2011)
Fuente: Elaborado a partir de datos del Banco Central
 
Luego de 1991, se observa una moderación en el crecimiento de los precios, asociada a las políticas económicas adoptadas a partir del acuerdo Stand-By, firmado con el Fondo Monetario en el mismo año. El acuerdo incluyó el control de agregados monetarios mediante emisión de certificados de participación y la adopción de un ancla nominal en el régimen de tipo de cambio con el objetivo de controlar la inflación.  Durante los 90’s, la trayectoria de la inflación estuvo esencialmente determinada por elementos internos; con un déficit público, en parte, financiado por el crédito interno y un crecimiento económico por encima del potencial y de la demanda agregada.
El incremento de precios observado en 1994, estuvo influenciado por la ocurrencia de fenómenos internos de carácter atmosféricos, que afectaron la producción nacional y provocaron la escasez de algunos productos básicos, y a otros elementos externos como el incremento de los precios del café y las fluctuaciones del tipo de cambio que afecto los precios de productos básicos como la leche.[1] A finales de los 90’s se evidencio cierta presencia inflacionaria consecuencia del impacto interno de los aumentos en los precios del petróleo y a un incremento transitorio de la comisión cambiaria para hacer frente a compromisos internacionales referidos al pago de deuda y al mencionado aumento de los precios del crudo.[2]
 En 2001, los movimientos en los precios estuvieron nuevamente expuestos a choques externos como el alza de los precios internacionales del petróleo y a una serie de medidas internas de carácter impositivo asumido por el gobierno. En 2003, se produjo una aceleración importante de los precios, debido a un conjunto de factores, en su mayoría, de carácter monetario como la devaluación de la moneda respecto al dólar y a presiones especulativas propias de un periodo de incertidumbre.[3] Aunque fue la rápida depreciación de la moneda, según el Banco Central,[4] el factor preponderante en la generación de inflación.
En el segundo semestre de 2004, desde agosto específicamente, se verifica una desaceleración en el ritmo de crecimiento de los precios internos, asociada a la revaluación experimentada en la tasa de cambio y al ajuste en las expectativas de los agentes. Sin embargo, previo a este periodo, las autoridades monetarias observaron un deterioro en la relación robusta entre el dinero y la inflación, esta relación había sido base de la política monetaria y el control de la inflación ente 1990-2004,[5] lo que posibilito el anuncio, a inicio de 2005, para asumir un esquema de meta de inflación.
A partir del anuncio de la estrategia de meta de inflación se observan niveles de precios más moderados pese a presiones inflacionarias como las registradas a finales del 2007, ocasionadas a raíz de los fenómenos naturales de las tormentas Olga y Noel y a la oleada de crecimiento en los precios internacionales de alimento. Esto obligó a una política de desaceleración de la demanda interna como mecanismo para aliviar las presiones inflacionarias a partir del último trimestre de 2008.  Para 2010, existieron presiones inflacionarias ocasionadas por los ajustes realizados sobre los precios de los hidrocarburos y de la tarifa eléctrica en el último trimestre del año[6] y Más recientemente, 2011, las variaciones observadas de los precios son el resultado de choques externos asociados a incremento de los precios mundiales de materias primas.
Análisis descriptivo de la serie
 
A partir de la inspección visual de la serie de inflación mensual,[1] que se utiliza en el análisis de la persistencia (Ver gráfico 2), se muestran fluctuaciones considerables con episodios atípicos de alta inflación registrados en los 80’s y alrededor de la crisis financiera de 2003; en coherencia con los resultados obtenidos por las sesiones precedentes y por Fuentes (2006).[2] Así, la descripción subyacente sugiere episodios de alta inflación en presencia de posibles quiebres estructurales significativos. En tal sentido, los estadísticos descriptivos ofrecen poca información para describir el comportamiento de la inflación para el periodo completo. 
 
Gráfico No. 2
Serie mensual de la inflación, “1984-2011
Fuente: Elaborado a partir de datos del Banco Central
A partir del gráfico 2 y en conclusión, se pueden identificar cuatros periodos para describir el comportamiento de la serie, un primer periodo de alta inflación que ocurre durante los años 80’s hasta 1991; seguido de un segundo periodo de baja inflación y relativa estabilidad de precios durante los 90’s y los primeros años del 2000; el tercer periodo ocurre entre  2002:12–2004:08 terminando con la estabilidad mostrada en el segundo periodo y dando paso a un proceso de alta inflación y volatilidad en los precios; por último, en el cuarto periodo, etapa post crisis financiera de 2003, se evidencia una reducción significativa del nivel medio de inflación y la volatilidad de la serie.

8 may 2013

Dinámica demográfica y aspectos poblacionales de San José de Ocoa


Ocoa, una provincia deshabitada
“Dinámica demográfica y aspectos poblacionales”
Por. Nerys Ramírez

Ocoa es la provincia de mayor descrecimiento de su población. Según el último censo (2010), la población de San José de Ocoa era de 59,544 personas, unos -2,824 habitantes menos con respecto a los 62,368 registrados en el censo de 2002. Lo anterior significa una tasa media de crecimiento negativo de -0.59.[1] Esta reducción se ve incidida por tres fenómenos demográficos fundamentales: a. fecundidad (nacen menos personas); b. mortalidad (mueren más personas) y por último, c. las migraciones (provincia expulsora de migrantes con el saldo migratorio neto más negativo).

 Según rango de edad el 60% de la población tiene menos de 35 años y no existen diferencias significativas según zona de residencia (rural urbana), en ambas zonas el porcentaje de población menor de 35 años es de 67.2% y 67.7% respectivamente. La pirámide que población presentada en el gráfico 2 resume el comportamiento demográfico de la población, muestra evidencia de que la dinámica demográfica entre 2002 y 2010, contrario a lo sucedido a nivel nacional, ha incidido en un agotamiento de la población en la parte superior de la pirámide, esto como resultado del efecto migratorio negativo y al aumento de la mortalidad. La base de la pirámide muestra una expansión en igual periodo pero no como resultado de un incremento en el número de nacimientos sino un menor efecto demográfico. En palabras el efecto negativo de las migraciones y la mortalidad es superior al provocado por la reducción en el número de nacimientos.[2] (Obsérvese que la parte azul correspondiente a 2010 es más pequeña en las edades superiores a los 35 años de edad).

Gráfico  2 - San José de Ocoa: pirámide de población, por sexo, según grupo de edad, 2002 y 2010

Fuente: Oficina Nacional de Estadística, Censo poblacionales 2002 y 2010
El primer efecto demográfico de importancia es el número de nacimientos. Aunque la expansión de la base de la pirámide pudiera aportar evidencia a favor de un incremento de la natalidad en la provincia, las estadísticas vitales (presentadas en la próxima tabla) muestran que el número de nacimientos se ha reducido considerablemente desde el 2001 en más del -50% (Es importante hacer un paréntesis para resaltar que el 97.8% de los nacimientos de la provincia se registran en el municipio cabecera de la provincia en parte como resultado de las enormes privaciones en término de salud que se vive en los campos de Ocoa).[1] La disminución en la natalidad ha provocado que la población menor de un año disminuya de 1,375 a solo 919 entre 2002 y 2010.

Tabla 1 - San José de Ocoa: Estadísticas vitales, por año. 2001-2011
* Cifras preliminares
Fuente: Oficina Nacional de Estadística, Estadísticas Vitales. 2000-2011
El segundo elemento que incide en la dinámica demográfica lo representan las defunciones (muertes). La tasa de mortalidad (muertos/1,000 habitantes) se incrementó de 2.63 a 3.21 entre 2002 y 2010.[2] Tal como se indica en la tabla 1, el número de muertes anuales mostró durante el periodo una tasa positiva de crecimiento del +28.2%.[3] Según grupos específicos de edad y realizando una comparación respecto al 2002 se observa en la provincia un incremento de la mortalidad infantil y en los grupos de menor edad.

 Gráfico  2 - San José de Ocoa: Tasa especifica de mortalidad, 2002 y 2010
Fuente: Cálculos propios con datos del Censo y Estadísticas Vitales publicada por ONE.
 
El tercer efecto determinante de la estructura de la población es la migración. Según datos de la ONE (2009), San José de Ocoa  es una provincia expulsora de migrantes con la tasa migratoria neta (negativa) más elevada del país, en palabras Ocoa es la provincia donde más gente se va en relación al total de la población de la provincia.[1] Santo Domingo, Peravia y San Cristobal son las principales provincias receptoras de los migrantes ocoeños. Según el censo 2010 el 13.4% de la población de la provincia admite haber nacido en otro lugar, el 61.7% de estos son hombres, lo que presiona aún más la alta razón de masculinidad observada en la provincia.
Al observar la dinámica interna de la población se observa anual una importante reducción de la población en las comunidades rurales (salvo el Naranjal). Muchas de estas personas migran a las periferias de la zona urbana del Municipio Cabecera de la provincia que dada las condiciones geográficas presenta importantes limitante de espacios físicos no vulnerables. Lo anterior se refleja en que al 2002 unos 39 de cada 100 ocoeños vivían en el municipio cabecera, al 2010 el número se ha incrementado a 66 de cada 100 ocoeños Lo que ha ocasionado que la densidad poblacional (Habitantes por Km2) sea bastante superior en el municipio cabecera (312 Hab./Km2). (Sería importante considerar el efecto del modelo de crecimiento económico).[2]
Gráfico  1 - San José de Ocoa: Población y ritmo de crecimiento promedio anual, por demarcación geográfica, según últimos censos, 2002 y 2010
En términos generales la disminución de la población responde a tres fenómenos demográficos concretos: menos nacimientos, más muertos y mayor flujo migratorio negativo. En términos migratorios (aunque el motivo del presente artículo no es describirlas) se puede afirmar que la alta incidencia de la pobreza junto a deficientes servicios públicos (especialmente en las zonas rurales) y las rigideces del mercado laboral informal y de bajos ingresos se constituye en los principales factores.[1] En el caso específico de la pobreza, el 50.2%[2] de la población presenta situación de pobreza monetaria y 9.2% una situación de indigencia, lo que significa que la mitad de los ocoeños no obtienen recursos suficientes para adquirir una canasta mínima de bienes y 9 de cada 100 no obtiene ingresos para comer dignamente desde el punto de vista nutricional. Podríamos señalar que la gente huye de la pobreza, sin embargo provincias más pobres que Ocoa tienen menor tasa neta de migración. (representa el primer elemento a profundizar)
 En conclusión la dinámica demográfica que incide sobre la disminución de la población en Ocoa se resume en una disminución de la natalidad, aumento de las migraciones y del número de defunciones anuales. Una consecuencia directa de dicha dinámica es el incremento de la dependencia económica por medio de la reducción de la personas en edad de trabajar, en 2002 el 63.5% de la población de la provincia tenía entre 15 y 64 años, al 2010 esta proporción se redujo a 59. (la estructura económica sería un segundo elemento)
 
Referencias Bibliográficas.
 Morillo, Antonio (2011). Evolución, determinantes agregados y dimensión espacial de la pobreza monetaria en la República Dominicana, 2000-2011. Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo. Disponible en: http://www.stp.gov.do/eWeb%5CArchivos%5CLibros%5CEvolucion_determinantesydimension_espacial_pobreza_monetaria_RD.pdf
 Oficina Nacional de Estadisticas, ONE. Bases de datos online Censo 2010 y 2002. Santo Domingo, RD.
Oficina Nacional de Estadisticas, ONE. (2012). Informe Preliminares del Censo 2010. Santo Domingo, RD.
Oficina Nacional de Estadisticas, ONE. (2012). Informes del Censo, Vol. 1. Santo Domingo, RD.
Oficina Nacional de Estadisticas, ONE. (2011). Estadisticas Vitales 2000-2011. Santo Domingo, RD.
Oficina Nacional de Estadisticas, ONE. (2009). Migraciones interprovinciales en República Dominicana. 1997-2002. Santo Domingo, RD.

[1] Sin dejar de lado los jóvenes que migran por razones educativas, una vez terminan la educación media.
[2] Morillo (2011). Ministerio de Economía Planificación y Desarrollo


[1] El 13.7% de la población de la provincia vivía en otros lugares
[2] Sin embargo es importante resaltar que la expansión urbana del municipio cabecera ha sido una de las menores a nivel nacional, esto se fleja en ONE (2010). Expansión urbana en la Republica Dominicana, 1988-2006. Lo anterior aporta evidencia de que no todos los ocoeños de las zonas rurales migran al municipio cabecera



[1] Esta enorme cantidad responde en parte a la concentración de los servicios de salud, es decir en ningún campo de la provincia están dadas las condiciones para realizar un parto, lo que resalta altas privaciones en los servicios de salud y un costo adicionar en lo que respecta al acceso a la salud.
[2] Cálculos propios con datos del Censo y Estadísticas Vitales publicada por ONE.
[3] Un ajuste estadístico que no se realiza en este análisis y es importante tener presente es que el aumento en el número de defunciones puede ser el resultado de mejoras en los registros estadísticos.



[1] Oficina Nacional de Estadisticas, ONE. (2012). Informes del Censo, Vol. 1. Santo Domingo, RD. Pág. 34
[2] Un elemento importante en el agotamiento de la punta de la pirámide es la mayor incidencia de la mortalidad en los hombres, que presentan mayor peso en la composición de la población de la provincia.

Creando variables por grupos en dplyr (group_by + mutate)

  Simulemos una base de hogares, donde se identifica el hogar, el sexo (1 mujer) y provincia y edad para cada miembro.   # Definir la lista ...