16 oct 2012

Inversión en el sistema educativo dominicano

Por: Juari Ortiz Mejía

Actualmente, en nuestro país es ampliamente debatido el tema de la educación, en donde se plantea la necesidad de una mayor inversión para enfrentar las dificultades que presenta el sistema educativo nacional, evidenciando con ello, que en los últimos años se ha iniciado un proceso de empoderamiento y de concientización social sobre la importancia de este elemento como motor del desarrollo.

Al examinar el comportamiento de la educación en los últimos veinte años se aprecia cierta mejoría en términos de inversión. Entre 1990 y 1991, la inversión en educación representaba el 0.9% del PIB, en la actualidad alcanza se encuentra entre 2.1% - 2.3%, repercutiendo positivamente en la tasa de alfabetización de la población al pasar de 81% en 1990 a 89.3% para 2009, – aunque aún por debajo de la tasa para América Latina del 91.4% –. Asimismo, se presenta un incremento en los años promedio de escolaridad pasando de 5 años a 7.1 años[1] en el mismo período.

A través de estos datos, en el largo plazo podemos ver ciertos avances en la educación – más por el lado del acceso que en términos de calidad –, pero aún las grandes deficiencias en el sistema permanecen, lo que amplía las brechas sociales, tanto en lo económico como en las oportunidades de la población a una mejor calidad de vida.

A causa del insuficiente nivel de recursos invertidos en la formación de capital humano, el sistema educativo nacional se ha caracterizado por ser masificado y de poca calidad[2]. El escaso nivel de recursos invertidos dificulta que se disponga de infraestructuras en condiciones aptas para impartir docencia y como resultado, la aparición de aulas sobre-pobladas que no cumplen con los requisitos mínimos para estos fines. La calidad de la enseñanza bajo estas condiciones es mucho menor.

Partiendo de estas características, al estudiar el caso de la República Dominicana en el marco internacional, observamos que nuestro país se encuentra muy mal posicionado, limitando considerablemente su capacidad de desarrollo y competitividad de la mano de obra.

Al comparar la inversión nacional con otros países de la región se observa que la misma se sitúa en promedio en 4.5% del PIB. En el caso particular, se encuentran economías como la de Panamá que invierte un 3.8%, Jamaica 5.8%, Costa Rica con 6.3% y Cuba con 13.6% para 2009. Asimismo, al estudiar la tasa de alfabetismo en esos países, Panamá tiene el 94% de su población mayor de 15 años con capacidad de leer y escribir, Costa Rica el 96%, Jamaica 99% y Cuba el 100%[3]. Ambos elementos muestran el nivel de rezago nacional en materia de inversión y acceso.

En cuanto a la calidad, según el Informe de Competitividad Global 2011 – 2012, la República Dominicana se encuentra en la posición 140 de un total de 142, en calidad de la educación primaria, en el 139 en calidad de la enseñanza de ciencias y matemáticas y en la posición 136 en calidad del sistema educativo en general, evidenciando el grave problema en la calidad al contrastarse internacionalmente.

En la última década, la inversión en educación se ha quintuplicado, al pasar de 8.5 mil millones en el año 2000 a 41.8 mil millones para el 2010, lo cual es importante destacar, sin embargo, ¿Cuál ha sido el desempeño de la educación con un mayor presupuesto?, para el año 2000, la tasa de analfabetismo alcanzaba el 13% y los años de escolaridad promedio de 6.1, en el 2004, con una inversión en educación de 11.8 millones, el analfabetismo disminuye en 2.1%, colocándose en 10.9%. Para 2010, con un presupuesto casi cuatro veces mayor al del 2004, el analfabetismo tan sólo disminuye en 0.1% situándose en 10.7%, es decir, con mucho más recursos se ha logrado mucho menos. En este mismo período, los años de escolaridad promedio tan sólo de incrementan en 0.8 llegando a 6.9 años, mostrando una la lenta mejoría con respecto a la cantidad de recursos.

La baja elasticidad recursos – resultados que se presenta en el sistema de educación nacional presenta una estrecha relación con las deficiencias institucionales y la falta de planificación por parte del Estado dominicano, que provoca que los recursos no se asignen eficientemente a los objetivos planteados, ya que la poca transparencia y la falta de estrategia para el desarrollo permiten que se desvíen los fondos en otras actividades.

Según el Informe del Foro Económico Mundial (2011), nuestro país ocupa el puesto 142 de 142 países en despilfarro del gasto del gobierno, 141 en favoritismo en las decisiones y 140 en desvío de fondos públicos a otras actividades, por ello, aunque se invierta mucho más, la corrupción, el desvío de fondos y la ineficiencia institucional limita el alcance de una mejora significativa del sistema.

Estos males, representan un factor fundamental para entender el problema de los bajos resultados en la educatición – y la economía en su conjunto –, por tal razón, la demanda social para el aumento del presupuesto en educación – o en cualquier otro aspecto – debe ir acompañada de la búsqueda de una mayor eficiencia institucional y administrativa, para así poder hacer frente de una manera coherente al círculo vicioso del problema bajo un eje de una mejora inversión, eficiencia institucional y la planificación.

Por último, las políticas para mejorar en el sistema educativo además de estipular por la eficiencia en la calidad de la inversión, deben complementarse con la creación de medios que disminuyan la deserción escolar, para así, aumentar los años de escolaridad poblacional, y por un sistema de inclusión en el mercado laboral formal a través de la creación de puestos de trabajo que requieran trabajadores mejor formados y con altos niveles de especialización.

[1] Banco Mundial y DIGEPRES (2011).-


[2] Esto puede explicarse por medio de la utilidad marginal decreciente, ya que en un aula se tiene un factor fijo, el profesor, y factores variables, los estudiantes, en la medida que se aumente la cantidad de estudiantes por profesor, el grado de captación de la enseñanza en promedio va disminuyendo, debido a que se sobrepasa la capacidad limitada de enseñanza por cada estudiante adicional, haciendo que sea menos eficiente, por la dificultades que se presentan como consecuencia de un conjunto elevado de estudiantes.

[3] Banco Mundial (2011).-

La crisis económica explicada para tus alumnos

El mundo está hoy en un nuevo período recesivo, por causa de una crisis que tuvo sus orígenes en préstamos inmobiliarios, pero alcanzó tal magnitud que hizo caer a dos de los más grandes bancos estadounidenses.

Como si fuera una montaña rusa, la economía mundial sube y baja al atravesar períodos de crecimiento y de recesión. Hoy, como sabemos, el carro va en declive. Ya nos acostumbramos a usar la palabra ‘crisis’ al describir la situación económica actual. Para entender el origen de esta contracción de los mercados es necesario desenredar una verdadera madeja de factores.

La crisis financiera de nuestros días partió en Estados Unidos a fines de 2006. Los norteamericanos habían vivido un largo período de bonanza, por lo que tenían un mayor poder adquisitivo, o sea, tenían más dinero.

Los bancos decidieron entonces ser más flexibles en la entrega de préstamos para comprar inmuebles, otorgando mayor cantidad de créditos subprime, dirigidos a clientes que no eran lo suficientemente solventes en su capacidad de pago. Eran créditos hipotecarios, o sea que si el cliente dejaba de pagar su deuda, la casa o el departamento comprado pasaba a manos del banco.

Los famosos créditos subprime son un tipo de préstamo que los bancos estadounidenses hacen a clientes que no tienen mucha capacidad de pago, por lo que tienen un mayor riesgo de dejar de pagar su deuda. Para compensar este riesgo, los bancos prestan la plata a un interés más elevado, lo que significa que a la larga el cliente que pidió el préstamo deberá pagar más.
Los famosos créditos subprime son un tipo de préstamo que los bancos estadounidenses hacen a clientes que no tienen mucha capacidad de pago, por lo que tienen un mayor riesgo de dejar de pagar su deuda. Para compensar este riesgo, los bancos prestan la plata a un interés más elevado, lo que significa que a la larga el cliente que pidió el préstamo deberá pagar más.


Los bancos estaban más dispuestos a prestar dinero, y por lo tanto lo hacían a tasas de interés bajas. 

La tasa de interés es una cantidad de dinero que alguien debe pagar por pedir un préstamo. Si una persona deposita plata en el banco, el banco le paga una cantidad de dinero a esa persona, de acuerdo a la tasa de interés vigente. Si una persona le pide dinero prestado a un banco, debe pagar una cierta cantidad al banco por ello. En el fondo, todo aquel que pide dinero prestado tiene que pagar por ello. ¿Cuánto? Un porcentaje de la cantidad que pide prestada.


Como las tasas de interés eran bajas, la gente tenía más ganas de endeudarse, por ejemplo, para comprar casas y departamentos, por lo que hubo un aumento de la oferta inmobiliaria.

La analista de BCI corredores de bolsa, Pamela Auszenker explica que “al comienzo había un boom en el mercado inmobiliario y mucha competencia entre los bancos por obtener el negocio y en ese sentido había una carrera por otorgar préstamos inmobiliarios y no se fijaban mucho a quién le estaban prestando”.

Lo que quiere decir Pamela es que los bancos competían entre sí por prestarle dinero a la gente y por lo tanto no se fijaban si estas personas serían capaces de pagar la deuda.

¿Se puede vender una deuda? Claro que sí: si un banco necesita dinero en efectivo y tiene una cartera de clientes endeudados con él, se la puede vender a otro banco o institución financiera, que la compra a un precio menor. Así las personas que le debían dinero a un banco pasan a debérselo a otro, lo que para ellas no trae mayores consecuencias. El banco que vende su cartera de deudores, deja de ganar intereses pero por otro lado, obtiene dinero efectivo para invertirlo en sus negocios más urgentes.

Como los bancos querían hacer más préstamos requerían de mayor liquidez, es decir, dinero en efectivo. ¡Necesitaban más dinero para seguirlo prestando a más personas que quisieran comprar casas! Recurrieron entonces a una práctica común en el sector: la comercialización de esos créditos inmobiliarios. Este negocio consiste en que los bancos venden a otras entidades de inversión la deuda que las personas adquirieron con ellos para tener su vivienda.

Esos créditos son comercializados como bonos hipotecarios, es decir, que en caso de no pago por parte de los deudores, el inmueble queda en manos de las instituciones prestamistas.

Pero se produjo una oferta excesiva de viviendas, conocida como ‘sobre stock’, además de que mucha gente no pudo seguir pagando su deuda y las viviendas que habían comprado pasaron a manos de los bancos. De pronto los bancos en vez de dinero, tenían un montón de casas y departamentos y debieron rematarlos. Pero como había tantas viviendas vendiéndose al mismo tiempo, su valor disminuyó drásticamente. Resultó así que los bancos no podían recuperar el capital que habían invertido: perdían plata todo el tiempo.

Al bajar el precio de las viviendas, bajó también el precio de los bonos hipotecarios que los bancos habían vendido a otras instituciones. Éstos eran equivalentes o incluso superiores al valor de los inmuebles, pues cuando los clientes subprime adquirieron la deuda con los bancos, se pensó que las casas y los departamentos subirían su valor con los años.

Al darse cuenta de esta situación, las instituciones financieras que habían comprado bonos hipotecarios a los bancos trataron de deshacerse de ellos, pero era demasiado tarde. Los inversionistas, que incluían a bancos extranjeros como el francés BNP Paribás, perdieron confianza y comenzaron a retirar su capital de ellas, trayéndole problemas de liquidez. Fue tal el desastre que este año quebraron dos de los cinco bancos de inversión en Estados Unidos: Bear Stearns y Lehman Brothers, éste último con 158 años de historia.

La recesión: una epidemia

Es así como un problema inmobiliario se transformó en una crisis financiera, que a estas alturas ya contagió a la economía como una peligrosa gripe.

La caída de esos dos bancos en Estados Unidos, sumado a los magros resultados de otras entidades bancarias, provocaron el desplome de las bolsas de comercio del mundo. Las bolsas son los lugares donde se transa el valor de las acciones o títulos de propiedad de una sociedad anónima o compañía y por ende refleja la situación de esas empresas.

Dado que los valores de las bolsas de comercio descendieron bruscamente, los países empezaron a tomar medidas para enfrentar esa nueva contingencia, como bajar sus proyecciones de crecimiento, que es medido a través del Producto Interno Bruto (PIB) de los países.

El PIB es el valor en términos monetarios de la producción de bienes y servicios de una nación en un período, que puede corresponder a un trimestre o a un año. Si el PIB aumentó entre el período actual y el anterior, significa que el país creció; si disminuyó el PIB entre ambos lapsos, quiere decir que la nación está pasando por una recesión.

La actual situación económica que enfrenta el mundo ha llevado a que algunos países se declaren en recesión, es decir, que ya cuentan con dos trimestres en que su Producto Interno Bruto (PIB) ha caído, como es el caso de Irlanda.


Como las naciones tienen ingresos menores en una crisis, el consumo disminuye, tanto a nivel nacional como internacional. Por ello, se contrae la demanda, que es la intención de comprar bienes o servicios para satisfacer necesidades. Si hay menor demanda, los precios de los bienes disminuyen y eso es lo que pasa con el valor de los commodities.

Las commodities son las mercancías en forma de materia prima que son más requeridas en el mercado internacional, como por ejemplo, el oro, el cobre y el petróleo.



Tomado de: http://www.educarchile.cl/Portal.Base/Web/VerContenido.aspx?ID=189640
Los famosos créditos subprime son un tipo de préstamo que los bancos estadounidenses hacen a clientes que no tienen mucha capacidad de pago, por lo que tienen un mayor riesgo de dejar de pagar su deuda. Para compensar este riesgo, los bancos prestan la plata a un interés más elevado, lo que significa que a la larga el cliente que pidió el préstamo deberá pagar más.

9 oct 2012

El pacto fiscal no cayó del cielo



I.                    Notas Introductorias

El pacto fiscal (mejor llamado pacto tributario), se inscribe dentro de la política fiscal del estado dominicano, donde intervienen los ingresos y los “gastos” del estado. Según el mismo gobierno, el pacto procura “realzar la eficiencia, transparencia y equidad de la estructura tributaria y elevar la presión tributaria (Impuestos/PIB) para viabilizar el logro de los objetivos de desarrollo  formulados en esta Estrategia Nacional de Desarrollo 2030”[1]. Es decir, que bajo las condiciones actuales, el estado no es capaz de generar el desarrollo nacional, por tanto necesita dinero que se buscara por medio de impuestos. Estos impuestos, según los economistas clásicos, afectan negativamente la pendiente de la demanda agregada (DA={c(1-t)-m}Y+I+G+X) creando un exceso de oferta de bienes (se produce más de lo que se demanda) como efectos inmediatos de corto plazo.

Al igual que una persona física o una empresa, el estado puede manejar sus saldos financieros moviendo el ingreso o sus gastos. Es decir en caso de buscar un saldo menos negativo, el gobierno se plantea “reducir gastos” e incrementar sus ingresos, por tanto las preguntas de partida serian ¿de dónde proviene y en que se gastan los recursos del estado?...

II.                  Ingresos y gastos (Si tenemos más, ¿porque el déficit?)

Empecemos por el gasto, que para el caso dominicano se olvido de los cambios estructurales que sufrió la economía durante los últimos 50 años, primero pasó de una economía agrícola a una economía de zona franca y turismo (1970-1980, por tanto cambian los sectores de desarrollo) y luego a una economía de servicios con fuerte dualidad económica (desde 1990). Es decir, que el gasto no ha tomado en cuenta las zonas menos favorecidas, ignoradas por el sistema económico. Aquellas zonas son las menos importantes en la estructura del gasto tradicional, por tanto incentivó la dualidad económica regional y la concentración de personas pobres en las ciudades, al tiempo en que aumenta la proporción del gasto corriente con relación al gasto de capital.

De 2005 a 2011 el gasto aumento 108.6%, con un incremento de 44.2% en términos reales. Tan solo de 2005 a 2008 el gato creció en 87.2%. Este incremento del gasto no se corresponde con un uso más eficiente de los recursos o una mayor cobertura en servicios del estado. “De 2004 a 2011 el gasto por transferencias corrientes se incremento en 117.9%, representando las transferencias al sector eléctrico un costo de US$4,653 millones.” Esta desorganización del gasto ha provocado que el déficit fiscal proyectado a 2012 ronde el 8-12% del PIB, especialmente después del gasto exorbitante de los primeros seis meses del año.

Solo en 2011, el gobierno se gasto RD$23,801,784,584.99[2], de los cuales la inversión en proyectos fue de solo RD$3,068,150,933.41 y la remuneración a empleados de RD$6,024,737,936.23, sin comentarios pero se gasta más en nomina que en inversión de proyectos. Unimos a este asunto, el peso de la deuda, cuando se observa que los gastos por deuda en intereses y comisiones suman RD$2,244,996,893.97 (lo que habla del ritmo de endeudamiento del estado) solo obsérvese como los gastos corrientes superan ampliamente los gastos de capital o los gastos en educación son parecidos a los gastos en transporte (El metro)… Destáquese que en transporte (con metro incluidos) nos gastamos RD$3,021,534,946.01 mientras que en educación RD$3,648,055,006.92 y en sueldos a empleados fijos  RD$4,482,453,181.50, la nomina publica es, por mucho, más elevada que el gasto total en educación de la nación completa.


Solo se presenta la clasificación funcional del gasto para destacar que el servicio total de la deuda (intereses y amortizaciones) representa el 29.3% del gasto total del gobierno, es decir que de cada 100 pesos que gasta el gobierno 30 tiene que dedicarlo al servicio de la deuda pública que viene creciendo desde el 2000 a un ritmo acelerado, Esto no sorprende si recordamos que la deuda viene creciendo más que la economía, como se destaco en un artículo anterior. “Desde el 2000 al 2011 la deuda pública total (solo sector público no financiero), ha pasado de 3,243.5 a 16,593.0 millones de US$, es decir, que ha venido creciendo a un ritmo promedio de 16.6% y se ha multiplicado por encima de 5 veces a su valor inicial en el referido periodo. Nótese además que a partir de 2008 el ritmo de crecimiento de la deuda se ha incrementado a un 22.6%, influenciado por el crecimiento de la deuda pública interna que se multiplica por 10 durante desde el 2000. Por lo que, el crecimiento de la deuda ha sido desde el 2009 y en 2003 superior al crecimiento de la economía. Tal como sucedió en el preámbulo de la crisis de la década perdida, aunque no en iguales magnitudes[1]. Este ritmo de endeudamiento limita la capacidad del gobierno actual de seguir adquiriendo deuda, lo que descarta esta opción de ingresos.

Cuadro 1
Republica Dominicana: Clasificación funcional del gasto 2011
Clasificación funcional
Monto RD$
(%) porcentaje
SERVICIOS GENERALES
4,441,521,997.97
14.6%
SERVICIOS SOCIALES
11,537,355,738.32
37.9%
SERVICIOS ECONÓMICOS
5,287,638,385.70
17.3%
INTERESES DE LA DEUDA PÚBLICA
2,244,996,893.97
7.4%
PROTECCIÓN DEL MEDIO AMB.
294,987,747.03
1.0%
AMORTIZACION DE DEUDA
6,672,688,975.35
21.9%
Total
30,479,189,738.34
100.0%








Fuente: Ministerios de hacienda, “Clasificación económica del gasto, devengado y aprobado 2011”

Por el lado del ingreso, el estado tiene la capacidad de recibir transferencias y donaciones de terceros, ya sean estados, organismos multilaterales o bilaterales, puede además aplicar impuestos o endeudarse. Para analizar que ha pasado con los ingresos del estado veamos como inicia el informe estadístico de la DGII en el 2011

En el año 2011, la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) recaudó la suma de RD$206,141.1 millones, presentando un crecimiento de RD$22,301.2 millones respecto al año anterior, lo que significa un aumento de 12.1%. Esto va en línea con el crecimiento nominal de la economía, medido a través del PIB, el cual cerró en 11.4% para el 2011. Asimismo, la DGII concentró el 74% del total de ingresos del Estado.”[2]

Sin importar el crecimiento económico y “pese a que desde el 2004 a la fecha se han implementados al menos 5 reformas tributarias (la última en junio de 2011), el déficit fiscal acumulado del Gobierno Central  en los 4 años y 8 meses comprendidos entre el 2008 y el 31 de agosto de 2012, asciende a RD$332,875.4 millones, a precios corrientes.”[3]

Este enorme déficit fiscal se produce a pesar de que los ingresos fiscales han estado aumentando, tanto en términos nominales como reales en los últimos 8 años.  “A partir de 2008 la brecha entre ingresos y gasto se agranda debido a que no se ajusta el nivel de gasto, en momentos en que si bien los ingresos mostraban un buen ritmo, empezaban a dar señales de ralentización; sobre todo los no tributarios, por efectos de la caída en los aportes de la Falconbridge”[1].El mantenimiento del nivel de gasto no hubiese representado un problema si el mismo se hubiese dirigido  a evitar el deterioro del nivel de vida de la población, a reducir las inequidades y a aumentar el desarrollo productivo. Desafortunadamente, gran parte de los fondos públicos se han destinado a actividades desvinculadas del bienestar colectivo. El despilfarro ha sido evidente.”


“La expansión desproporcionada del gasto ha generado un déficit fiscal de RD$101 mil millones durante los primeros ocho meses del presente año, equivalente al 4.3% del PIB. Este déficit prácticamente quintuplica el programado originalmente para todo el año, ascendente a RD$22 mil millones (0.9% del PIB). Ante esta situación, fue modificado el Presupuesto del Gobierno Central[1], el cual fue elevado de RD$430 mil millones a RD$508.8 mil millones, es decir, un incremento de RD$78.8 mil millones. Con las modificaciones introducidas, el déficit del año sería RD$100.4 mil millones.”

III.                    La propuesta del estado dominicano (Pacto fiscal “Tributarios”)

Bajo estas condiciones el planteamiento del estado ha sido promover “El pacto fiscal” buscando incrementar los ingresos por medio de impuestos y reducir gastos innecesarios, “para poder lograr las metas de desarrollo planteados en el plan nacional estratégico”.  Es decir que son los impuestos el instrumento elegido por el estado para promover desarrollo. Estos impuestos pueden, al igual que el gasto fiscal, “influir sobre los niveles de de asignación y distribución del ingreso por medio de la tributación a los distintos grupos, la orientación del gasto social… ambas políticas van a depender del nivel de recaudación lograda y de la estructura del gasto estipulada”.

La reforma inicia planteando la modificación del artículo 296 del Código Tributario Dominicano, en su Art. 1,  para grabar los salarios a partir de RD$399,923.00 (RD$ 33,326.92 mensuales)  (esta estructura no es bastante significativa a la actual), no obstante significa una leve reducción del ingreso real disponible de la población, especialmente jóvenes profesionales de las zonas urbanas que son quienes más cerca se encuentran de este límite inferior. Ahora bien una variación de importancia se observa en “10% de los honorarios, comisiones y demás remuneraciones  y pagos por la prestación de servicios en general provistos por personas físicas” que afectaría la prestación de servicios individuales y la adquisición de ingresos de los sectores más vulnerables aunque no a personas físicas particulares, por el carácter informal de esta actividad.

La reforma continúa, ahora para afectar los Juegos de Azar y tragamonedas (impuestos a un vicio), este caso se incluye dentro del análisis porque puede ser un factor social sensible a cambios en los patrones culturales del pueblo. Es decir (independientemente a las consideraciones éticas y morales que se tengan sobre esta actividad) el impuesto afecta, principalmente a jóvenes y personas de barrios más marginados, desempleados y con bajos niveles de educación.

Además se contempla un impuesto de 10% a los certificados de inversión, lo que constituye desincentivo al ahorro y afectaría el nivel de captación de los bancos, que se traduciría en una menor disposición de créditos, especialmente para el consumo que es hacia donde se ha ido especializando la banca dominicana. En el Art. 12, se gravan las transferencias sobre préstamos otorgados por el sector financiero para viviendas y solares siempre que este exceda al RD$1,000,000, es decir que el costo transacción y adquisición de activos inmobiliarios se está incrementando en casi toda la zonas urbanas del país, (dado el valor de las casas y solares en las zonas urbanas), esto dificulta la adquisición de viviendas en un país donde el déficit habitacional supera el millón de viviendas.

Se establecen impuestos del 10% sobre las aguas minerales, gaseosas y refrescos. En el Art. 15, Se grava con 1% del valor a los vehículos de motor (como sustituto de los marbetes), como un impuesto anual por circulación además en el Art. 16, En adición al impuesto de registro o inscripción previsto en el Artículo 22 de la Ley 557-05, los vehículos de motor estarán gravados según las emisiones de CO2 o los niveles de contaminación omitido, en este caso el reto del estado será establecer una correcta medición de los niveles de emisión de los vehículos y enfrentar una alta tasa de evasión esperada.

Se establecen impuestos a las telecomunicaciones, el Art. 20,  grava las telecomunicaciones con una tasa superior en 10%, sector altamente demando por la población joven, “Los servicios de telecomunicaciones incluyen, la transmisión de voz, imágenes, materiales escritos e impresos, símbolos o sonidos por medios telefónicos, telegráficos, cablegráficos, radiofónicos, inalámbricos, vía satélite, cable submarino, televisión por cable o por cualquier otro medio que no sea transporte vehicular, aéreo o terrestre. Este concepto no incluye transmisiones de programas hechos por estaciones de radio y televisión.”  El impacto de este impuesto seria un encarecimiento del ocio de la población joven, menor acceso al servicio de internet y mayores costos operativos de las empresas.

En el Art. 17, Se modifica el Artículo 1 de la Ley 112-00, de fecha 29 de noviembre del 2000, para establecer un impuesto al consumo de combustibles fósiles y derivados del petróleo despachados. Esto se traduce en lo que se traducirá en la variaciones de costos de producción y transporte que podría afectar la población joven, especialmente la trabajadora y a los estudiantes por medio de variaciones (nunca negativas) de los precios de los pasajes.

El ITBIS aumenta dos puntos porcentuales al pasar del 16 a 18%, el Art. 14 establece incluir 375 artículos como mercancías gravadas con Impuesto Selectivo al Consumo, por ende se degrada el poder adquisitivo de los consumidores que se acercan más a condiciones de pobreza. Ademas el Art. 21,  Encarece un grupo importante de artículos del hogar (Alfombras, tinacos, tapicerías, acondicionadores de aite, Bañeras Tipo jacuzzi, Los demás máquinas y aparatos sin equipo de enfriamiento, Calentadores eléctricos de agua, Hornos de microondas, tostadoras de pan, videófonos, parrilla y asadores, tocadiscos, aparatos de grabación, relojes, entre otros), que sumado al encarecimiento del costo transacción, mencionado anteriormente elevaría el costo de 
equipamiento de las viviendas.

IV.                  Conclusión

 Ahora bien, la incidencia de la política fiscal dependerá, en última instancia de la capacidad del estado de garantizar a la población políticas públicas de desarrollo que potencialicen el capital humano a nivel nacional y revierta el efecto negativo del plazo inmediato que se espera tras el alza de los impuestos.

En conclusión y desde una visión más social, el pacto fiscal plantea la necesidad de un nuevo incremento en el presupuesto 2012 de cerca de 30 mil millones de forma tan ligera que parecería un incremento de 30 pesos, no se especifica claramente, salvo para el gasto del 4% en educación cual es la estructura del gasto a seguir luego de los aumentos impositivos, los recortes no parecen convencer la población que observa inmutada, no se exponen las causas del actual déficit fiscal ni de los saldos fiscales actuales, la pacto se ha propuesto de forma acelerada en un plazo mucho más corto a lo planteado en la Estrategia Nacional de Desarrollo, se continúan vendiendo los programas sociales que observan la pobreza desde un enfoque de hogar (como solidaridad) y no como un problema estructural y regenerativo, los impuestos sobre el ITBIS serán transferidos a los quintiles de menor ingresos de la población, las señales de transparencia mostrada por el gobierno no son lo suficiente contundente como para generar un golpe de efecto en toda la administración pública, se han excluido importante sector sociales del proceso de discusión. El pacto no garantiza el uso eficiente de los recursos.

Twitter: @nerysramirez01

Referencias

-          Dirección general de impuestos (2012): “Boletín estadístico, Enero-Diciembre 2011”
-          Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (2012); “Documento borrador del pacto fiscal dominicano”.
-     Ministerio de hacienda; “Clasificacion económica del gasto, devengado y aprobado 2011”.
-          Organizaciones sociales (2012); “El Pacto Fiscal y el Presupuesto 2013”. Disponible en la web.
-          Ramírez, F. Nerys (2011); “Primeros apuntes para un ejercicio de sostenibilidad, la deuda pública total”, Disponible en http://Betaeconomia.blogspot.com 
-          Rodríguez, Emmanuel (2012); “¿Quién es el culpable del Déficit dominicano?,  Disponible en http://economiadominicana.wordpress.com

(LOS TEXTOS EN COMILLAS REPRESENTAN NOTAS TOMADAS DIRECTAMENTE DE OTROS ARTICULOS CITADOS A CONTINUACION)

[1] Para el ejercicio fiscal 2012, el Presupuesto General del Estado era de un monto global sin consolidar  de RD$480.9 mil millones, compuesto por RD$430.0 mil millones del Gobierno Central y RD$50.9 mil millones de las Instituciones Descentralizadas y Autónomas No Financieras y de la Seguridad Social. El total de transferencias intragubernamentales ascendía a RD$26.9 mil millones lo que arroja un Presupuesto General Consolidados de RD$454.0 mil millones.” 



[1] Tomado de: “El Pacto Fiscal y el Presupuesto 2013”


[1] Ramírez, F. Nerys; “Primeros apuntes para un ejercicio de sostenibilidad, la deuda publica total”, Disponible en Betaeconomia.blogspot.com
[2] DGII: “Informe estadístico 2011”, Unidad de estudios económicos, Pag. 4 (Introduccion)
[3] Organizaciones sociales; “El Pacto Fiscal y el Presupuesto 2013”


[1] Pacto fiscal, revisar documento disponible en la web.
[2] Ministerio de hacienda; “Clasificacion económica del gasto, devengado y aprobado 2011”.




Cuentas Ajenas

Por. Jorge Ulloa
Tomado de la Revueltard.blogspot.com

 

Un ciudadano común y corriente, tan común y corriente como usted, entra a un restaurante a procurarse algo de comer con lo que su bolsillo le alcance. Ocupa la primera mesa que ve y pide el plato del día. Come tranquilo mientras ve que al fondo del salón no paran de ir los camareros llevando bandejas de exclusivos manjares acompañadas de lujosas botellas de vino a un grupo de señores que se encontraban allá sentados. El hombre, a todo esto, baja la cabeza y sigue comiéndose su arroz con habichuelas con una carnita media seca y una ensalada mareada  que ella misma sabe que no se la van a comer. Termina, pide la cuenta y le traen la factura.

-Disculpe, mozo- dice el hombre- parece que hay algún error, yo solo comí lo que me sirvieron.

-Me temo, Señor, que definitivamente usted está en lo cierto, sí, hay un error, esa cuenta es solo de lo que consumieron hoy, mire aquí, esta es la cuenta completa, la de lo que han comido durante los últimos ocho años.

Entonces saca una factura de dos metros de largo con un total que sumaba once dígitos. 

-¡Pero cómo va a ser! ¿Cómo es eso de que yo tengo que pagar por los que otros comieron?- replicó el cliente parándose del asiento.

-Así es, son las reglas de este restaurante.

-¿Y quiénes son ellos?

-Le recomiendo que no pregunte mucho, solo le diré que son los Tigueres del León, los que vinieron para quedarse. Le recomiendo que cumpla con su deuda, no querrá problemas con ellos.

-Pero aun en el caso de que yo accediera a pagar, es demasiado dinero, no puedo, esto es mi salario de todo un año.

-No se preocupe, los compañeros han pensado en eso y se la dejarán en cómodas cuotas que las podrá pagar en varios años. Sencillo, cada vez que usted compre algo pagará una partecita extra para cubrir la cuenta.  Aunque es obvio que requerirá de su sacrificio, se acabaron los lujos, trate de llevar una vida austera y verá como el dinero le dará para cubrir la cuenta.

Mientras tanto ellos discuten los camareros no paran de ir y venir llevándole los más lujosos platillos del menú a los señores del fondo.

-Es absurdo y completamente injusto, con lo que gano apenas da para mi, no puedo morirme de hambre por pagar una cuenta que no me corresponde -continuaba negado aquel hombre.
-No es para tanto, la cuenta no le toca pagarla a usted solo, mire a todos esos que están ahí fuera, son los pendejos, ellos también van a pagar, vaya a fuera, hable con ellos y dividan la cuenta. Ahora le pido que por favor se marche porque los comensales de la mesa redonda quieren el establecimiento para ellos solos. 

Ah, otra cosita, mira vaya a su casa, beba mucha agua, manténgase  hidratado porque ahora ellos van a empezar a beber y la resaca también la sufrirá usted.

20 ejemplos de Indexación de un vector en R

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